2/10/10

ASSSUCARRRR

Alguien que hace 800 kilómetros el mismo día para llevarme a un congreso de repostería que ni le va ni le viene o es un loco o me quiere mucho. Yo creo que no me quiere mucho, me quiere muchíííííííííííííííííííííííííííísimo.

25/8/10

Lo que queda del verano

Este verano ha sido muy especial. Por una parte, la tranquilidad de haber terminado el proceso de idoneidad y la confirmacion no-oficial de que nuestro informe será positivo (a partir de octubre en lista de espera, o al menos eso espero).
El dejar este tema zanjado ha hecho que nos relajemos mucho y que hayamos tomado la decisión de disfrutar todo lo que podamos mientras seamos sólo 2.
Nos hemos ido de viaje, en tren, a Polonia. Dani hizo un blog donde ha contado qué nos ha pasado día a día. La dirección es apoloniaentren.blogspot.com y en él se narra de manera pormenorizada todo los detalles.
Ha sido toda una experiencia. Coger un tren con destino Barcelona y de ahí a la aventura hasta llegar a Polonia ha sido muy divertido y estresante. Hay un buen truco... dormir todo lo que se pueda en el tren. En total, en 14 días hemos cogido 18 trenes y estado en 5 países diferentes. Salir de casa hace que todo se vea... diferente. Valoras más lo que tienes. Por ejemplo, yo que odio el calor del verano y me paso el verano metida en casa con el aire acondicionado, lloraba de emoción pensando en el calor que tenía que hacer en España, porque hemos estado en el extranjero con 12 grados de temperatura pero con vestimenta de turista y chancletas.
Ahora, vuelta a la rutina poco a poco. Dani ya trabajando, mi madre recién operada del menisco, y yo cuidando de Norah por las mañanas. La semana que viene, vuelta al curro, a ver a mis "chicos" y ver que les hago después de las vacaciones.


Dani y el tren ruso que nos llevó a Polonia

26/5/10

La realidad de la adopción

Aunque intento no pensar en el tema, lo cierto es que saber que posiblemente el mes que viene nos valoren para el certificado de idoneidad de adopción hace que esté mas pendiente de noticias que saslen por interne, foros...

He visto este enlace, que literalmente me ha puesto los pelos de punta y con el que me he sentido identificada en mis temores. Lo dejo aquí porque creo que es muy interesante.


"...Nos han llamado. Hay un niño esperándonos, pero tiene un “pero”. Alegría contenida. Gajes de las necesidades especiales, supongo. Uno desearía poder ser feliz, pero le vence el temor a no ser capaz de asumir ese “pero”. Ansiedad por descubrir de qué se trata. Todos los sentimientos se quedan retenidos, salvo los nervios que bamban a sus anchas.

Por fin llega el día en que te cuentan en qué consiste ese “pero”. A simple vista no parece grave, pero uno desconoce el significado del nombre de la enfermedad que tiene la criatura. Uno pregunta, busca información. Jarro de agua helada. No es algo banal, es muy serio y hay muchos grados. Hay que saber dónde se ubica exactamente la criatura. Podemos estar hablando de algo invalidante. Entonces uno llora, llora amargamente. Llora por la criatura y llora por no poder ser el padre o la madre que el niño necesita, por tener que reconocer que le supera, que no está preparado.

Es un dolor profundo, sordo, insoportable... Uno no quiere escuchar y sin embargo tiene que prepararse para lo peor. Uno llora porque no quiere verse en la situación de tener que decir que es incapaz y teme no saberlo decir y hacer desgraciado a un pequeño que se merece lo mejor. Uno no puede parar de llorar porque el mundo se le ha caído encima. Luego uno se levanta y empieza a buscar información concreta sobre el niño, al que no quiere llamar hijo para que su corazón no se haga más añicos de lo que ya está pero al que siente como tal. Y remueve cielo y tierra en su busca. Por fin la encuentra. Los peores presagios, gracias a Dios, no se han cumplido. La enfermedad es grave, pero el niño la padece en el grado más leve. Uno respira por primera vez en tres días.

Ahora hay que plantearse muchas cosas. Uno tiene que plantearse si será el padre o la madre idóneo, si será capaz de proporcionarle herramientas a su hijo para que su enfermedad no sea un obstáculo insalvable. Uno tiene que enfrentarse a sus miedos, incluso a aquéllos inconfesables, y uno tiene que vencer. Además hay que replantearse sus expectativas sobre los hijos y uno tiene que aprender en cuestión de horas la lección de vida más difícil, aunque parezca una perogrullada: los hijos no son la extensión de uno, son seres independientes y puede que uno quiera que jueguen con otros niños y puede que el niño no pueda jugar, pero puede que aunque pudiera, no quisiera, así que qué más da, a qué plantearse esas cosas si no hay respuesta para ellas. Uno tiene que aprender que el hijo le dará alegrías, y más alegrías cuantas menos expectativas estén puestas sobre él.

Y de repente uno se da cuenta de que ya ama a ese hijo y que sus miedos son los mismos que los de cualquier otro padre o madre así que uno se da cuenta de que ya ha decidido y que ahora le queda aprender a vivir sin que sus miedos afecten a su hijo. Entonces uno siente en su corazón cuánto le debe a una criatura a la que aún no conoce y desea verla y tenerla en sus brazos y se siente profundamente agradecido porque la vida le haya permitido ser el padre o la madre de ese ser tan maravilloso. Deseo con todo mi corazón que llegue mañana y pueda por fin, ver su cara, tenerlo junto a mí, junto a nosotros. Besos a todas..."

27/3/10

Sentimientos...

Hace mucho tiempo que no escribo en el blog. Hay una extraña mezcla de sentimientos que hacen que mi cabeza esté demasiado ocupada como para concentrarse en qué escribir, y eso es un error. Finalmente he decidido escribir lo que salga, y punto.


Han pasado varias cosas desde que escribí la última vez.


NORAH

Ya tiene un año, y está genial. Es una niña muy despierta y muy inteligente que agota felizmente a los abuelos. Para mis padres ha sido un buen motivo de ilusión y están contentísimos con ella, aunque son tantas horas por trabajo de mi hermana que acaban los viernes agotados... pero el fin de semana se recuperan y el domingo ya la hechan de menos...


Norah ya anda cogidita tan sólo de una mano. Es extremadamente curiosa, se gira para mirarlo todo, es muy observadora. Con tan solo un año, hace cosas increíbles.

Hace un par de semanas me quedé con la niña un ratito mientras sus padres y Dani iban a ver una exposición de fotografía. Estuvimos las dos jugando por el suelo, encima de una manta, a tirarnos pelotitas (con la punteria clásica de un bebé, de yo te la mando hacia tí pero inexplicablemente la pelota acaba debajo del sofá...), gateó por el salón, abrió todos los libros que encontró... LE ENCANTAN!!! Estuvimos un buen rato jugando hasta que me llamó Cristina al teléfono. La cojí en brazos para tenerla controlada y hablé con ella unos minutos mientras a Norah le hacía carantoñas. De pronto, mi sobri me miró y dijo "AGUA, GUA". Cris y yo nos quedamos sorprendidísimas. Sus padres estaban ya viniendo con el coche, y yo no tenía ninguna botellita de agua con tetina, así que por miedo a que se atragantase, decidí esperar unos minutos. Pero no, Norah tiene su carácter. Empezó a revolverse cual rabo de lagartija y a balbucear protestando y la dejé en el suelo para que gateara.


La bandida de mi sobrina metió el turbo gateando que ni Fernando Alonso en su nuevo ferrari, y enfiló para su carro. Al llegar, metió las manitas en la bolsa inferior y empezó a mover lo que había. Yo miraba junto a ella a ver lo que quería. Apartó el peluche de la rana Gustavo, y me señaló desesperada una botella de agua que había allí medio escondida, al tiempo que me pegaba un grito protestón, como diciéndome: ¿ves, tía? SÍ QUE HAY AGUA; NO ME ENGAÑES. Me quedé tan alucinada que un microbio de 11 meses hiciera eso, que no reaccioné, y la nena al ver que no se lo daba, lo cogió con una mano haciendo equilibrios. Naturalmente no lo consiguió, y el grito protestón se oyó por toda la habitación. Que carácter. ¡Que sí, hija, que tú de hambre no te mueres y te vas a comer el mundo!!! La cogí en brazos, empecé a darle de beber y justo en ese momento entraron sus padres por la puerta. Se quedaron alucinados con lo que había hecho!!!.


Otro día en casa de mis padres, mi madre empezó a hablar con ella y le preguntó: Norah, quieres un currusco de pan?. La nena puso cara de felicidad, pero mi madre estaba limpiando una pechuga de pollo y le decía: Norah, en cuanto la abuelita termine, se lava las manos y te da un currusco delicioso!. Ay, que ilusa, esta niña es muy despierta y con el taca-taca corre que se las pela. Fue directa a la bolsa del pan y reclamó su currusco ipso facto. Achavo es la niña. ¿Cómo sabe con 11 meses donde se guarda el pan exactamente?. Esperemos que siga así de despierta.


La semana pasada, Norah cumplió un año. ¡¡¡UN AÑO!!! Se me ha caído el tiempo. Pero si hace muy poco que nació!!! pero si hace nada que aún no aguantaba su cabecita!!! pero si... en fin, que la moza está guapísima, y dejo una foto para que veais lo requeteguapa que está y lo bien que me salió la tarta de su cumple.


ADOPCIÓN

El ver todos los días a Norah, como rie, como se divierte, lo cariñosa que es y ver el cariño que recibe... redespierta en mí muchos sentimientos maternales, que según qué día del mes son más fuertes (la naturaleza es muy sabia).

Entregamos papeles en Consellería en noviembre del año pasado, y al mes recibimos la carta de confirmación. ¿Y ahora qué?. Pues a esperar unos 6 o 7 años que calculan que tardaremos en tener en nuestros brazos a nuestro hijo/a.

Es muy fácil decirlo, pero hay que llevarlo día a día. Para Dani creo que es más sencillo. Está en su oficina con el ordenador delante mirando números y más números y de vez en cuando charla con los compañeros de múltiples temas. Llega a casa y nos ponemos a hablar o hacer nuestras cosas. Muchas veces sale el tema de la adopción, y aunque está muy ilusionado, tiene los pies en la tierra, y sabe que tardaremos mucho en ver cumplido nuestro sueño. Así que está esperanzado, ilusionado, pero sobre todo tranquilo y relajado con este tema. No se hace ilusiones de tener pronto un hijo y vive en la realidad. Muy ilusionado, sí, pero en la realidad.


Pero, AY, las mujeres somos más viscerales. Y tu mujer también está ilusionada y esperanzada pero no señor, no estoy relajada para nada. No puedo relajarme porque todos los días veo a niños en mi trabajo, y me ilusionan. Cada día, en mi descanso para comer, estoy con Norah, despertándola de su siesta matutina, cambiándole el pañal, tocándole suavemente su barriguita, dándole la comida. Todos los días tengo algún niño al que achuchar, y esto hace que no quiera ser consciente de la realidad de plazos y de tiempo que lleva una adopción.


Para colmo de males, hay motivos para la esperanza, que creo que son los culpables de que me halla hecho ilusiones. ¡Con lo tranquilita que estaba yo antes de ocurrir lo que ocurrió...!. Antes de lo que voy a contar, también estaba relajada con este tema. Pensábamos que, como en 5 años ni nos iban a llamar para empezar con los cursos, certificados de idoneidad, etc, pues que íbamos a viajar ya disfrutar de cosas que luego, con un niño, son más complicadas de realizar.


Pero en enero estuvimos con Carolina, la sobrina de nuestro cuñado, y nos comentó que una de las personas que ella tenía en sus clases era de bienestar social, y si quería, que le preguntáramos algo o queríamos transmitirle algo. Por supuesto que si!!! en la reunión informativa de noviembre se nos quedaron dudas y no sabíamos a quien preguntar. La pregunta estrella fue: "¿hay algún truco legal que haga acortar los tiempos aunque sea unos mesecillos? ¿Hay que hacer cursos, seminarios... que luego nos ahorren tiempo?"

La pregunta se quedó ahí con el firme convencimiento de que Carolina lo preguntaría si veía el momento pero con la idea de que perfectamente podía pasar del tema y haber quedado como una reina.

Al día siguiente, a las 10 de la noche, Carolina vino a nuestra casa un sólo minuto, para decirnos que le había preguntado, y esta persona había dicho que la llamáramos para ver el expediente.

Nos quedamos como muertos. Si me pinchan no me sacan sangre, porque entre otras cosas, no sabes muy bien por qué quieren ver tu expediente. Había dos opciones, como siempre dice Dani:

a) Es algo positivo y sí hay algo que se puede hacer.
b) Hemos metido la pata hasta el fondo.

La verdad es que estábamos muy tranquilos, pero llamamos y llamamos y allí no cogía el teléfono nadie. Carolina nos llamó, y al saber que no la localizábamos se lo comentó y esta persona nos dio directamente ¡¡¡el teléfono de su despacho!!!. Llamamos y nos dijo que había visto nuestro expediente, que tenía buena pinta, y que quería reunirse con nosotros.

Dani y yo somos muy legales siempre, y teníamos bien claro que no nos iban a saltar la lista de espera simplemente por este hecho. Además, si fuera así, nos hubiera impactado que se hicieran estas cosas con un tema tan serio. Pero claro, cierto nerviosismo sí que teníamos en la reunión. ¿Por qué tenía buena pinta nuestro expediente y por qué quería vernos?.

La reunión fue muy buena, esta señora (no diré su nombre) amabilísima, encantadora, realista y apasionada con su trabajo. Un encanto y un placer conocerla, de verdad.

Nos comentó que los plazos estaban en unos 6 o 7 años, y eso no nos lo saltaba nadie. Que hasta dentro de 5 años no nos llamarían para comenzar los trámites (los papeles caducan a los 3 años, por eso los comienzas a hacer cuando prevén que en menos tiempo te darán a tu hijo/a).

Pero...

¡Oh!, me encantan estos "pero"...

La ley dice que en caso de solicitar un menor y aceptar minusvalía, los trámites deben comenzar lo antes posible, con la idea de que haya padres que esperan, y no hijos que esperan a unos padres.

Y nosotros, después de pensarlo mucho muchísimo, habíamos decidido en noviembre que podíamos afrontar con éxito una minusvalía. Y este hecho, que a nosotros nos parece normal, pues no es normal entre los que van a adoptar, que prefieren un niño sano sanote a uno que tenga "imperfecciones". Hay cosas que realmente, no comprendo. Para nosotros fue una gran tarea de reflexión personal, pensando qué podíamos asumir con calidad y qué no podíamos o queríamos asumir. Incluso nos hizo sentir culpables. A ver...
- Esta enfermedad sí.
- Uy, esto ni de coña.
- Esto para mí no tiene importancia, pero Dani no lo asume.
- Esto lo asume Dani, pero la que no lo asume soy yo.
- Esto lo aceptamos los dos, pero por nuestro estilo de vida debemos de poner NO.
- Esto SÍ que lo asumimos y nos vemos capacitados...

Horrible de verdad, porque si hubiéramos tenido un hijo biológico, no lo hubiérmos hecho "a la carta" como parecía que lo hacíamos en este caso.

Resumiento, que por nuestras condiciones, se nos permite hacer YA los cursos y empezar los trámites, y con suerte pasado el verano ya entramos en lista de espera, de minusvalía.

Eso significa que por ser de necesidades especiales, vamos a tener un hijo en un par de años?. Mira, como decía esta mujer... "durante 4 años he tenido a dos parejas que admitían a un niño con sordera, pero no tenía ningún niño con este problema. De repente, el mes pasado, tuve dos casos"...

Puede ser que seamos idoneos pero el tiempo pase, y pase, y pase, y no haya ningún niño con lo que pedimos, y acabemos en la bolsa de bebés dentro de 7 años... pero el saber que ya empezamos los trámites genera sentimientos contradictorios.

Por un parte, vamos a saber si somo idóneos o no (no quiero ni imaginar estar 7 años de espera y que luego la consellería diga que no nos dan ningún hijo).

Por otra parte, para diciembre a más tardar estaremos en lista de espera y esperaremos... ¿cuánto esperaremos? no lo sabemos. Hasta un plazo máximo de 6 años. SEIS AÑOS DE ESPERA. Para volverse loca.

Si no hubiéramos aceptado minusvalía, pues estaríamos tranquilos pensando que tenemos 5 años para disfrutar de viajar y dormir hasta tarde y que ya luego nos preocuparíamos. Pero teniendo en 1 año los papeles, pues a sufrir toca.

Mi abuela decía: un hijo es una enfermedad de 9 meses y una convalecencia para toda la vida.

Un hijo adoptado te genera una ansiedad mayor de 9 meses, te lo aseguro.

Uff, que bien me ha venido hablar de este tema.

7/1/10

A Norah le gusta volar...

Al llegar a casa y vernos Norah, se ha puesto loca de alegría, y quería hacerlo todo al mismo tiempo: agitar las manos, sacudir las piernas, mover la cabeza de una lado para el otro, gritar... todo de golpe. Su tío Dani la ha cogido en brazos y le ha dado un par de vueltas por el comedor de los abuelos, y ¡le encanta la velocidad!.