24/3/12

Paranoias e hipocondriaquez

No puedo evitarlo, y aun menos desde que estoy casada con mi marido. He pasado de una sutil hipocondriaquez a una paranoia absoluta ante cualquier signo o síntoma que me haga pensar en las terribles palabras: ictus y cancer.

Haber vivido de pequeña el proceso de mi abuela, me hizo enfrentarme a una realidad desconocida para mi. A veces, las enfermedades te matan. A este momento mi mundo de enfermedad se basaba en la varicela, sarampión y faringitis recurrentes con las que el único efecto secundario que padecía era el ver demasiadas hor la tele en compañía de mi madre. Mi peor experiencia fue una inyección de penicilina que hizo que durante unas horas estuviera mas allá que acá, y que me han dejado un recuerdo de un túnel negro desde el cual yo veía todo desde arriba, y del cual mi marido se cachondea a gusto ( me pasó con 6 años, así que no estaba influenciada por la tele).

Las siguientes paranoias llegaron con tres ictus de gente cercana. Dos murieron y uno se quedó con la mente paralizada. Por supuestísimo, durante los siguientes años, Dani y yo nos echábamos a temblar ante cualquier síntoma extraño como dolor de cabeza, nauseas y vértigos, juntos o por separado. Afortunadamente ya existían los móviles y nos mandábamos mensajes nocturnos contando nos nuestros sintomas para que el otro nos tranquilizara.

Esto sí que tuvo una parte positiva, pues comenzamos a controlarnos la tension y descubrimos que Dani la padecía, y que si no la hubiéramos tratado es posible que hubiéramos tenido el mismo disgusto que con mi suegro pasados varios años.

Pero lo que mi mente siempre ha tenido claro, es que mis antecedentes y herencia genética me darán un disgusto en forma de tumor o cancer en un momento indeterminado de mi historia.

Es algo a lo que llevo preparándose mentalmente desde hace años. Por supuesto que es algo que me aterroriza, pero no solo por mi, pues creo firmemente en la existencia del mas allá, sino por los que se quedarían. Pensar que puedo dejar solo a mi marido me da mas miedo que el propio cancer, pues nuestro amor es tan profundo que actualmente, la vida solo tiene sentido si uno esta junto al otro. Es lo bueno y lo malo de estar tan rematadamente unidos y ser dos almas gemelas. Que psaría con él si yo no estoy? Esa pregunta me hizo preguntarle si seguiría con la adopcion después de eso, y le conseguí arrancar un SI, que me dejó m tranquila, pues la vida para ambos, debe continuar.

Por eso siempre procuro hacerme mis revisiones ginecológicas, mis exploraciones de mama, mis analíticas de sangre anuales... Ha que llega un dia como hoy en el que te levantas, y... Te cuesta hacer pis, y notas un dolor parecido al que hace un año me llevó al hospital de madrugada y que año el ginecológico resulto no haber nada. Después de eso me he hecho revisiones cada seis meses en dos sitios diferentes (cuatro ojos ven mas que dos) con el mismo resultado siempre... ¡Mi chocho está genial!

Pero quizá he descuidado una zona cercana, el aparato urinario. Así que después de estar varios meses con una pesadez anormal, no continua no diaria, en la parte baja del estomago, parecida a cuando vas a tener la regla pero sin tenerla, llevar unos días con nauseas y el estomago pesado, y al costarme hacer pis y luego, para las ganas que tenia, salir muy poquito, saber que no esta cerca el periodo que puede inflamarlo, y por ultimo, tumbarme en la cama, tocarme la zona y... Encontrar un bulto que yo, al menos, no sabia que existía o si es normal tenerlo.

Ni preparación mental al cancer ni leches. Se me ha revuelto el estomago, se me han quedado las manos frías y me ha dado un vuelco al corazón. He explorado tumbada boca arriba, con almohada, sin almohada, de un lado y del otro. He hecho de vientre a ver si era por eso, no el bulto seguía ahí. Por supuesto he buscado en Google los malditos sintomas de un cancer de vejiga, y exceptuando que ayer mi pipí fue un poco mas oscuro (posible presencia de sangre) no había ningún otro. Pero no me ha tranquilizado. En menos de 20 minutos y tras visitar varias paginas del tema, me han dado ganas otra vez del hacer pipí, lo que hacen los nervios, así que he visto su color y es como siempre, amarillo claro.

Después de palparme otra vez, he empezado a recorrer esa zona del cuerpo de izad a derecha, y me he encontrado otro bulto. ¡Mierda, hay dos bultos, uno m grande que el otro! Y siguiendo palpando, en línea recta he encontrado otros dos, uno a cada lado de los del susto, esta vez mas pequeños. ¿ Serán ganglios? ¿Formarán parte de mi intestino? ¿Habrán estado siempre ahí? En principio me he quedado mas tranquila, porque y iba yo a decirle a Dani que me llevara a urgencias de la clínica, pero lo que sí he hecho es coger hora con el urólogo, y luego con el proctólogo, y así revisamos toda la zona y, cuando nos diga que está bien, se me va la paranoia.

4/3/12

Gente mala mala mala...

Gente mala mala mala es aquella que tiene dos caras y muestra la que le interesa para conseguir sus propósitos. Y cuando los ha conseguido, muestra la otra cara.
El tiempo pone a todo el mundo en su lugar, aunque a veces pasen años para que suceda.

No consigo odiar a la gente mala, no creo que ni siquiera merezcan un minuto de mis pensamientos. Simplemente me parece gente patética y desgraciada. El mundo ya es bastante complicado como para encima hacer caso a los que voluntariamente han decidido ser patéticos.
Prefiero dedicarme a los que me importan, a los que llegan un dia a casa después de desmontar otro pedazo de la vida de sus padres y no consiguen reprimir las lagrimas.

La caravana de mi suegra se bajó el sábado. Ella se quedó a comer y... Ojalá se hubiera quedado mas tiempo, pero quiso volver a su nueva casa, a hacer lo que todos estos días. Tener unos momentos de soledad para llorar. Se despidió de sus pocos amigos íntimos, que se quedan a kilómetros de distancia, porque aunque existe el teléfono, los abrazos, la mano en el hombro y las miradas solo se consiguen en la realidad.

Cuando Dani llevó a su madre yo me acerqué a la caravana, y no pude evitar echarme a llorar, como hace mucho tiempo. Tocar la pared donde estaba apoyada la mesa de mi suegro, que ha dejado marca... O ver que un lado de la caravana está ligeramente marrón, debido a años y años de fumar que acabaron provocando la maldita arteriosclerosis que ha acabado con su vida.

Y he odiado por primera vez a mi suegro por fumar, y luego he vuelto a llorar, porque si se hubiera cuidado mas aun podría estar aquí. Y no puedo evitar pensar en lo mucho que lo hecho de menos y en las ultimas palabras que en vida, nos dijo a Dani y a mí. Y en lo orgulloso que estaba de nosotros.

Cuando Dani ha llegado estaba igual de mal, y ha llorado mucho. Demasiada carga emocional. Demasiada soledad la que transmitía la parcela del camping vacía.

Solo he podido hacer una cosa... Amarlo y apoyarlo, decirle que estoy ahí, escuchar sus experiencias de aquel dia sin juzgar, calmar un poco su alma y sobre todo no dejarlo solo. Mi pena es no haber podido hacer esto con su madre, o que no hayamos podido contar con el abrazo de alguien mas.

Y he decidido no solo amar a los que me quieren, sino también amar a los que nunca me demuestran su cariño, aunque yo no dudo que me lo tengan aunque para ellos mi opinion o mi bienestar emocional les importe un carajo. Pero sí he decidido que hay otras personas que no merecen mi cariño, que afortunadamente hace meses me han borrado de Facebook y a los que realmente, no me apetece ver. Y ademas, algo muy curioso, pensando pensando he descubierto como convertir su maldad en bondad... Aunque nunca llegarán a saber como ni que he hecho para conseguirlo ( solo Dani lo sabe y conseguí una carcajada suya que hacia tiempo que no oía y que me alegró el alma)

Pero lo que no creo que perdone en mucho tiempo son las sospechas de que manipulo a mi marido en contra de su familia, que mi parte de familia sea tratada como "los otros" o que se me acuse de haberme aprovechado de mi suegra los MESES que estuvo aquí. No olvido que a mi no me han preguntado como estoy, si lo he pasado mal estos meses. No olvido que hay gente que no sabe que he tenido que tomar ansiolíticos tras la muerte de mi suegro. Pero aun alucino mas de que puedan pensar que exagero en mi amor por Luis Daniel... Mi suegra estaba orgullosísima de su suegro, el abuelo de Dani, y siempre ha dicho que lo quería como a un padre. Pues bien, yo también he perdido a alguien a quien quería casi tanto como a mi propio padre, he estado escuchando los sollozos de mis suegra casi todas las noches sin poder ayudar en nada mientras mi marido hacia el duelo del hijo que no tuvo y del padre que se fue. Y que encima algunos que ni siquiera han preguntado como estáis, encime nos juzguen o consideren que somos unos aprovechados, la verdad, es que duele un poquito.

Lo que no voy a dejar que me duela es la gente mala y, cada vez que tenga, por desgracia, que hablar o saber de esa gente, en lo profundo de mi alma cerraré los ojos y pensaré en la secreta manera en que he convertido su mal en bien. Y rezaré mucho por esas personas, porque solo merecen compasión. Y a partir de hoy no pienso dedicarles mas minutos de mi vida excepto en mis (bien)intencionadas oraciones.