13/6/11

...pasa el tiempo..

Sólo han pasado 8 meses desde la última entrada en el blog. No es nada de tiempo, y es un mundo, otra vida, otra realidad...
Octubre nos dejó con una experiencia de azúcar, con un sabor dulce en la boca, con la posibilidad de un negocio con sabor a pastel, con "las delicias de la vida", nuestro futuro negocio cuyo nombre refleja la dulzura de la vida.

Pero llegó noviembre, el mes horrible, terrible Un mes angustioso, desesperante, vacío, impactante, que destrozó anímicamente nuestras vidas y que nos dejó un poco tocados. Un mes para olvidar. O no?.
Es el mes en el que mejor nos hemos conocido, individualmente y como pareja. El mes en el que hemos buscado refugio a nuestro dolor en los brazos del ser amado, y el mes en el que tuvimos que hacernos daño, con palabras, con noticias, con intereses y sentimientos encontrados. El mes que tuvimos que dar noticias alegres y tambiéndesgarradoras.
También ha sido el mes de encontrar a los buenos amigos, a los de verdad. A los que han estado ahí con nosotros, dándonos consejos reales, aunque no nos gustaran, porque desde fuera se ven mas claras las cosas y estuvieron ahí para aconsejarnos.
Ha sido también el mes de los disgustos de salud, aunque al final todo quedo en un susto,pero hizo que viéramos la fragilidad de la vida... Y también su temporalidad.

Llegó diciembre, la toma de decisión mas dura, aunque también la correcta. Llegó la Navidad con nudo en la garganta y rodeados de Norah por todas partes, fechas en las que ver a tu sobrina hacía sufrir. Y la Nochebuena, esa misa del gallo que no fue.

Enero, el mes de las crisis de ansiedad... Y el mini duelo. Y también el mes en que decidimos que Nela dejara de sufrir (aún la extraño en la banqueta de la cocina viendo como hacía los pasteles y ensuciaba la cocina).

Febrero, la ansiedad fue en aumento.... Y como pareja nos hicimos mas fuertes. También fue el mes de decidir si llamábamos para anular el proceso 6 meses (por favor, mi corazoncito necesita una pausa).

Marzo. Ver a Norah ya no hace daño, pero Dani no está bien. Todos lo hablamos pero él no es consciente. Yo un día acabo en el hospital con un dolor muy fuerte que me hace desmayar. Increíblemente, Dani se va acostumbrando a mis desmayos y ya no tengo miedo de que le pegue un infarto.

Abril. Dani explota, y le viene bien. La combinación de betabloqueantes y ansiolíticos lo convierte en un toro en la cama, aunque con mi dolor del mes pasado prefiere no abusar.

Mayo. Formentera. La paz. Las ilusiones reencontradas. Nuevas ilusiones en fotografía, aun que duras conversaciones adoptivas.

Junio. Acaba un ciclo y comienza otro. A mejor, lo se. Ya os contaré...